Primer plano de una mano con guante accionando la palanca de freno de una bicicleta de carretera en condiciones invernales con nieve.
Primer plano de una mano con guante accionando la palanca de freno de una bicicleta de carretera en condiciones invernales con nieve.

¿Manos frías al montar en bici? ¡Con nosotros no!

Te explicamos en qué debes fijarte al elegir los guantes de ciclismo ideales para los días fríos.

Los guantes de ciclismo son imprescindibles en invierno: no solo protegen del frío extremo, sino también de la lluvia y del viento mientras pedaleas. Garantizan un agarre firme del manillar y mejoran el control en condiciones de humedad o nieve. Tanto si usas la bicicleta para desplazarte al trabajo como si haces rutas deportivas, los guantes de invierno adecuados mantienen tus manos secas y calientes sin sacrificar comodidad ni libertad de movimiento.

Manos calientes – agarre seguro

Cuando sales a montar en los meses fríos, tu cuerpo tiene que trabajar duro para mantenerte caliente. El hipotálamo, el centro de regulación de la temperatura y del metabolismo en el cerebro, controla la circulación sanguínea para proteger el núcleo corporal. Reduce la pérdida de calor y aumenta la producción de calor en la zona central, donde se encuentran los órganos vitales. A medida que los vasos sanguíneos de la piel y las extremidades se contraen, la circulación disminuye y llega menos calor a manos, pies y orejas. Si están sin protección, su temperatura se iguala rápidamente a la del entorno. El resultado al pedalear: primero dedos fríos, luego dolor y finalmente entumecimiento. Cambiar de marcha o frenar se vuelve entonces complicado. Los guantes te ayudan a mantener el calor corporal en las manos.

Persona con casco montando una bicicleta de montaña en un sendero boscoso cubierto de nieve, con una chaqueta naranja brillante.

Arriba calor, abajo hielo… Cuando varía la intensidad de la actividad, conviene evitar sudar en exceso. Lo que ayuda: ropa transpirable.

Primer plano de dos ciclistas con ropa de invierno montando bicicletas de carretera o gravel sobre nieve, con nieve salpicando de los neumáticos.

¿Pies fríos? Con los cubrebotas adecuados o zapatillas de ciclismo especiales para invierno, eso no ocurre tan fácilmente.

Vista desde la perspectiva del ciclista mostrando el manillar de la bicicleta mientras circula por un camino cubierto de hojas otoñales, con desenfoque de movimiento en el fondo.

Incluso con temperaturas relativamente suaves, el efecto del viento puede causar el enfriamiento de las extremidades.

Factores que influyen en la elección de los guantes

No todos los guantes son igual de adecuados para todas las condiciones. Los siguientes factores determinan la rapidez y la intensidad con la que se te enfrían las manos:

  • Temperatura exterior
  • Precipitaciones y humedad
  • Efecto de sensación térmica (también por el viento al pedalear)
  • Intensidad del movimiento
  • Sensibilidad personal al frío

Por cierto, el efecto de sensación térmica (windchill) puede hacer que se te enfríen las extremidades incluso con temperaturas relativamente suaves. La razón: el cuerpo humano pierde una cierta cantidad de calor por unidad de tiempo hacia el entorno. En calma, alrededor del 60 % se pierde por radiación térmica y aproximadamente el 25 % por la evaporación en la piel y la respiración. Siempre te rodea una fina capa de aire que tú mismo has calentado. Cuando hay viento o te mueves rápido, esa capa se dispersa y te enfrías mucho más deprisa.

Guantes de ciclismo para el día a día

Si en invierno recorres principalmente distancias cortas, por ejemplo para ir de compras o al trabajo, tendrás que enfrentarte a bajas temperaturas y condiciones variables con una intensidad de movimiento reducida. En ese caso, te recomendamos guantes impermeables de dedo completo con relleno de fibra sintética. Este tipo de aislamiento resiste la humedad y mantiene su capacidad térmica incluso cuando está mojado. A la hora de comprarlos, asegúrate de que los guantes se ajusten bien y no se deslicen. Otras características prácticas son las palmas reforzadas y los insertos de silicona, que garantizan un buen agarre del manillar y libertad de movimiento, por ejemplo al manipular el candado de la bici. Muchos guantes de dedo completo también disponen de función táctil, para que tus dedos se mantengan calientes cuando uses el navegador o el móvil.

Persona con ropa protectora montando una bicicleta de montaña naranja en un sendero boscoso embarrado.

Un buen agarre es esencial. Los guantes con demasiado acolchado pueden limitar la sensibilidad en los frenos y el manillar.

Primer plano de manos con guantes sobre el manillar de una bicicleta de carretera; los guantes muestran el texto “POC” y hay un ciclocomputador montado en la potencia.

La mayoría de los guantes para ciclismo de carretera cuentan con una gestión de la humedad eficaz.

¿Qué guantes usar para rutas de ciclismo de montaña électrica en invierno?

¿Te gusta salir con tu bicicleta eléctrica o tu bici eléctrica de montaña incluso cuando hace frío? Según tu estilo de conducción, puede que incluso con asistencia eléctrica termines sudando un poco. Aun así, recuerda proteger tu piel y tu cuerpo del viento frío. Para tus manos, lo ideal son guantes ligeramente aislantes y cortaviento que ofrezcan una buena sensibilidad de agarre. Los materiales con tratamiento DWR (Durable Water Repellent, un recubrimiento hidrófugo del tejido) protegen de la llovizna y la lluvia ligera. En condiciones secas, también son una excelente opción los guantes de materiales softshell con función cortaviento.

Ciclismo deportivo con frío – así mantendrás los dedos calientes

Las bajas temperaturas no tienen por qué impedirte salir a entrenar con tu bicicleta de montaña, tu bicicleta de ruta o tu bicicleta gravel. Al fin y al cabo, todo depende de la ropa adecuada. Debes adaptarla a la intensidad variable del esfuerzo, las bajas temperaturas, el viento helado y, si es necesario, los senderos húmedos. Durante el ejercicio físico sudas, luego llega un rápido descenso, y este ciclo puede repetirse varias veces. Ahí es donde existe un alto riesgo de enfriamiento.

Por eso, conviene utilizar materiales tan transpirables que el sudor pueda evaporarse fácilmente y que apenas tengan propiedades aislantes, pero que bloqueen el viento gracias a una superficie tipo softshell o cortaviento. En cuanto a los guantes, esto significa que el dorso debe estar ligeramente aislado con material softshell para protegerte del frío, mientras que la palma debe ser lo más limpia y adherente posible para mantener un agarre firme al manillar y a los frenos. Los guantes demasiado acolchados reducen la sensibilidad y el control al conducir.

Por este motivo, la mayoría de los guantes de ruta para invierno cuentan con un verdadero sistema de gestión de la humedad. Por ejemplo, la palma está hecha de cuero sintético perforado que proporciona comodidad y un efecto refrescante. También son una buena opción las zonas de neopreno, que combinan transpirabilidad con secciones impermeables. Al mismo tiempo, el material exterior de los guantes debe ser cortaviento.

Primer plano lateral de una persona con casco de bicicleta azul y gafas, vestida con una chaqueta roja, al aire libre.

El tejido sensible de los pabellones auriculares necesita protección adicional contra el frío y el viento.

Guantes de ciclismo para temperaturas bajo cero

Si te enfrías con facilidad o pasas mucho tiempo pedaleando a temperaturas negativas, los guantes tipo “lobster” con un alto nivel de aislamiento mantendrán tus dedos secos y calientes. Su nombre proviene de su forma: solo tienen tres compartimentos para los dedos, parecidos a las pinzas de una langosta. La ventaja de este diseño es que los dedos medio, anular y meñique permanecen más juntos (en algunos modelos, la distribución varía), lo que reduce la pérdida de calor hacia el exterior. En comparación con los manoplas tradicionales, los guantes tipo “lobster” ofrecen un mejor agarre del manillar, permiten accionar frenos y cambios con mayor precisión y, además, son compatibles con pantallas táctiles.

Dos ciclistas pedalean uno al lado del otro por un camino cubierto de nieve, con nieve salpicando de los neumáticos y árboles sin hojas al fondo.